nace el silencio atroz
de un noche sorda
cubiculos desolados
de un pasado soleado
bienestar parcial
dado por el sosiego
quebrado por el dolor
de un transeute enfermo
paredes quejan
lo que almas gritan
grietas...
grutas de destellos vacíos
acallados placeres
ahogan pálpito de vivir
vivir buscando
palpito de sentir
dueños de la nada
que quedan con todo
siguen siendo silencios
los que se gritan
placer del hastío
saciado por claustro
la sed de todos los días
y el ahogo de vivirlos