Ya se me hace difícil
no confesar
el nudo en la garganta.
Es difícil no poder gritas el hastío
el tedio y la resignación.
Se me vuelvo muy crudo
nadar en mares de olvido
para volverme a desencontrar.
Indefectiblemente los días pasan
y el eco del silencio
no deja de resonar.
No hay respuestas en un juego que miente
Tampoco el grito traspasa la niebla
y solo el aullido se logra filtrar,
Agudo, insipiente, imperceptible
como una mirada que no mira
penetra
como un dedo que no deja de ser

ya intente ser uno mas
mas no puedo en la travesía
solo queda esperar
construir el tiempo
donde éste no exista